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De amor y desamor

Esta acción/performance a modo de ritual sanador, convoca a mi padre, que ausente, se presenta con su voz en una carta escrita en 1990 en plena época de neoliberalismo y despidos masivos.

Su lugar de trabajador y gremialista del S.U.T.A.C.A pone en grito de resistencia su último gesto social y colectivo de vida y el intento de convocar a todos a luchar contra las dificultades que se venían. Algunos años después su espíritu combativo se apagó y vivió sus últimos 20 años en el alcoholismo, la depresión y en un encierro hogareño donde el tiempo no marcaba ningún tiempo. Ahí lo conocí yo, en ese letargo eterno ... Ah!  pero antes, pero antes, pero antes. Un relato materno me acompañó toda la vida donde antes fue distinto, tan distinto. En el 2013 mi padre muere y pocos meses después encuentro una carta, su último grito de guerra. Su pasado vital y deseoso ya no era un relato, apareció su voz, sus palabras y esa carta que me llevaron directo, como en un viaje en el tiempo, a marzo de 1990. Lo vi escribiendo en su máquina de escribir naranja, seguramente con un vaso de whisky y unos cuantos cigarrillos durante muchas largas horas, alguna noche de desvelo y preocupación. Una carta que no sólo eran palabras escritas para sus compañeros de trabajo, también lo eran para él, para mí y para su familia, donde unas profundas reflexiones sobre la vida, el olvido, la memoria, el amor y el desamor nos interpelaba. Lo vi, lo escuché y por fin lo conocí en ese pasado, que dejaba un poco y por un momento, de ser sólo un relato.

-La performance se desarrolla en una habitación. Hay un escritorio, un velador, una máquina de escribir, unos papelitos amarillos que compré en el barrio chino y que según la cajera se utilizan para escribir deseos y luego prenderlos fuego, un cuenco de barro, un vaso de whisky, un cigarrillo y la carta de mi papá pegada sobre la pared.

Casi un espacio cinematográfico donde me involucro en el hacer de beber, fumar y sobre todo leer fragmentos de esa carta, intentar memorizarlas y luego transcribirlas con la máquina de escribir en los papelitos chinos y a modo de loop recorrer todo el texto.

Junto los papelitos escritos en el cuenco y me traslado a otro espacio donde me espera un seudo altar sobre el piso en el que velas, tambores y sahumos acompañan una danza ritual donde el fuego, frase a frase, va inmortalizando “la desierta llanura del olvido”.

Esta pieza sucedió gracias a la generosa invitación de Silvina Amoy que me convocó para ser parte de su performance REMIX 13.03 donde compartimos y construimos un ritual colectivo de sanación junto a Lucas Tibaldi, Cecilia Sarmiento, Ximena Pereyra y Silvina Amoy.

 

La performance sucedió el 13 de marzo de 2020 en Crudo Galería, Rosario.

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